Abrázate, abrázate muy fuerte. Amate.
Medita, por lo menos un ratico cada día, siente. Vibra.
Despierta, despierta lo que realmente eres no lo que crees ser.
Sueña como yo con cambiar el mundo.
Solemos vivir en un mundo tan terrenal que entrar a un camino espiritual se ve un poco raro para muchos. En este camino me han dicho loca, me han preguntado cómo logro tener tanta imaginación, fanática y mil cosas más. Hoy asocio todos esos comentarios al miedo. Sin embargo, como en este espacio y en todos respetamos el libre albedrio entiendo que haya personas que quieran caminar por ese lado.
Pero también he llegado a preguntarme el ¿por qué? Llegué a una conclusión sencilla, la fe es un acto puro de creer, y solo cuando tu creencia está aferrada a tu corazón puedes ver los cambios, sentirlos, entenderlos. Funciona igual que el miedo lo compruebas porque así lo crees.
Cuando decidí volver realidad esté blog soñaba con que todos apagaran el ruido de su cabeza para que así sus sentidos funcionaran diferente, escucharan diferente, olieran diferente, vieran diferente, tocaran diferente… todo absolutamente TODO se viera increíble. Quería que así fuera porque mi vida cambió desde ese momento, las personas que conozco que también han decidió encontrar su verdadero yo, viven de una manera más tranquila, más viva y cada suceso es entendido como un momento perfecto y transitorio, de un segundo. Si ellos pudieron, y yo podía quería que cada ser de mi alrededor también lo logrará.
Alguna vez le conté a mi maestro, sonrió y dijo “aquieta esa cabeza, tú quisieras cambiar al mundo, pero en el camino te darás cuenta de que no se puede”, en su momento mi pensamiento fue “yo puedo”. Me estrellé, llevaba un tiempo trabajando a algunas personas, me estrellé. Hoy tengo claro que yo puedo compartir algunas de las herramientas que me han brindado, pero la decisión final no es mía, es de cada persona. Yo no puedo cambiar el mundo, puedo dar opciones, pero tengo que respetar quienes decidan seguir transitando en lo que creen ser.
Quisiera cambiar el mundo, claro que sí, hacer ejercicios con las personas de mi alrededor todos los días, cumplir retos de 21 días sobre diferentes temas, quisiera que todos despertaran mañana con las ganas y la convicción de vibrar en amor infinito. Entiendo el miedo, yo estuve ahí, pero si estas leyendo este blog es porque ya disté el primer paso, sigue avanzando… la vida te va a ir cambiando.
Esta es mi primera nota del 2018, dudé mucho en volver a publicar, inclusive en seguir transitando y viviendo desde mi verdadero ser. Tuve un obstáculo que me nubló. Ahora volví a coger fuerzas y estoy dispuesta a descargar más herramientas. Pero quiero que las apliques, no solo que me leas, quiero que de verdad te comiences a buscar. Cambia tus hábitos, no es un proceso sencillo, pero recuerda que nunca estas solo, cuando necesites fuerza alguien llegará a darte la mano.
Medita, ora, vive, siente, conéctate con la naturaleza, comienza a entenderte y no la versión que has creado por tu alrededor, comienza a entender eso que eres incluso desde antes de venir a la tierra.
Logremos un 2018 lleno, LLENO de AMOR.
Esa es nuestra aventura de este año.
NAMASTE.