Crecimiento personal

Eres maestro, soy maestro

Este es un escrito muy diferente al habitual y nació de una conversación linda que tuve ayer, alguien fue mi maestro inclusive cuando yo no lo esperaba.

Quiero hablarte a ti y agradecerte por ser maestro, e invitarte a que agradezcas a los maestros de tu vida.

Comenzar a reconocer mi camino espiritual no fue, ni es sencillo. Es un camino eterno, siempre hay lecciones que aprender el universo las pone en nuestro camino con amor, somos nosotros quienes decidimos si las tomamos con esa vibración o si la modificamos.

Es extraño, pero hasta no conectarnos con nuestra chispa de luz solemos cambiar la vibración y comenzamos a señalar al otro, la situación, el momento. No entendemos que estaba puesto con amor y que las decisiones son nuestras, el problema no está afuera, el problema es adentro.

Ir desarrollando un nivel de conciencia hace que aprendemos a ser observadores de nuestra propia vida, esto hace que comencemos a aportar con intención y que entendamos cuando los demás nos han aportado así sea sin intención.

Eres maestro

Foto tomada de google

Tú que me estas leyendo eres maestro y no de una, sino de mil personas. Ahora, no hablo del Don de ser maestro, ese lo dejo a un lado hoy. Hablo de tu capacidad innata de educar al otro desde tu experiencia, tu sabiduría, tus vivencias, tus conocimientos e incluso tus carencias.

La mayoría de las veces no nos damos cuenta en qué somos maestros en la vida del otro, como andamos tan sin sentido y sin valor no entendemos que a través de nuestras relaciones se están enviando lecciones divinas, nosotros no somos los jueces de si la lección se aprobó o no, pero si somos el medio para que la divinidad nos guíe y guíe los pasos del universo.

Somos un todo, crecemos juntos por eso tú eres mi maestro y yo soy el tuyo.

Quiero que hoy elijas a la persona que quieras, si te gusta el ejercicio elige 10 y hazlo con cada una, no importa que ya se hayan ido de tu vida, reconóceles en qué fueron maestros, qué te aportaron desde lo que vivieron o lo que viven, no juzgues y no señales al otro, mira la situación desde afuera entendiendo tus miedos, porque la mayoría de veces el problema está en ti, en tus carencias, en tus faltas; el otro solo fue el espejo para que lo vieras y hoy le vas a reconocer el permitirte ver a través de él o ella.

Yo soy tu maestro

Yo hoy tengo claro muchas cosas de las que puedo aportar, esto no quiere decir que sea superior. Esto quiere decir que he trabajado en mi nivel de conciencia, lo cual me permite entender y aceptar que tú me aportas desde diferentes frentes, todos somos únicos y según nuestras vivencias vamos dando.

Yo hoy te prometo seguirte dando desde lo que tengo y me permito ser un reflejo de algunas carencias tuyas, así que si hay cosas que te incomodan mías escarba en ellas para que puedas trabajar, recuerda que lo que nos incomoda del otro es una alerta de nosotros mismos.

Reconozco que hay en cosas donde tu nivel de conciencia es mucho más alto que el mío por tanto tengo mucho que aprender. Asumo que, así como tú me dejas aprender de ti, yo te permito aprender de mi en lo que mi nivel de conciencia sea más alto que el tuyo. Entiendo que mientras tú creces yo crezco, soy un todo contigo.

Hoy le agradezco a todas las personas que han estado en mi vida, gracias por ser mis maestros, por enseñarme desde ustedes, desde su esencia.

Sé que para muchos es muy raro verme, y que no entienden qué me pasó y cómo cambié tanto… la respuesta es larga pero una parte clave es que comencé a entender que todas las personas que transitaron en mi vida fueron mis maestros en algún aspecto, desde el amor me entregaron su lección, yo fui quien decidí bautizarla como buena o mala.

Infinitas gracias y sigan iluminando vidas.

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