Crecimiento personal

Regala al mundo un pedacito tuyo

Este año he tenido varias conversaciones sobre el propósito de vida, muchos de mis amigos me han preguntado por su propósito y por el mío. La conversación suele tornarse un tanto incomoda cuando yo respondo “entendí mi propósito”, la respuesta de muchos de ellos suele ser “yo sigo buscando el mío”, algunos otros ya lo encontraron, lo cual me hace muy feliz.

Me acuerdo que en el colegio todos los años me ponían a escribir un cuadernillo con mi proyecto de vida, para esto nos ponían una plantilla de preguntas que a esa edad eran imposibles de responder, sin embargo la necesidad de una buena nota lograba que todos nos inventáramos cualquier bobada para entregar el trabajo, inclusive que le preguntáramos a todos nuestros familiares su propósito de vida y los juntáramos para crear el nuestro. Hoy solo me rio de lo absurdo que resultaba este ejercicio sin una explicación profunda más allá de ¿cómo te ves en 5 años?

A menudo solemos plantearnos preguntas existenciales sobre el significado de la vida y para qué vinimos al mundo. Solemos relacionar esto con nuestras metas o nuestra profesión y muchas veces nos atormentamos por no saber si estamos haciendo las cosas de la forma correcta, es decir si estamos cumpliendo nuestro papel en el mundo.

La verdad es que el propósito de vida no es algo simple, pero continuamente nos preocupamos más de lo que debemos por esto y lo relacionamos con cosas absolutamente trascendentales que cambien el mundo. Cada propósito es diferente, la mayoría de veces suele estar alineado con la profesión que decidimos, pero otras veces no; algunas veces cambia el mundo de una forma extraordinaria, otras veces dejamos huellas más pequeñas, sin desmeritar su importancia.

No todos estamos destinados a ser Gandhi, la Madre Teresa de Calcuta, Steve Jobs o Mandela algunos tenemos labores diferentes o con menos reconocimiento, eso no implica que no sea importante.

Lo principal cuando nos sentemos a pensar en él, es saber qué nos gusta, en qué somos buenos, qué nos apasiona y lo más importante es si eso me hace bien a mí y a los otros.

Pensemos en qué mueve nuestras acciones en el fondo, por qué estamos trabajando todos los días. El propósito puede llegar a convertirse en un desafío personal, pero al final hará que emane un conocimiento profundo y un compromiso por dar más para hacer lo mejor para ti y para el mundo. Démosle un significado a nuestra vida más allá de seguir con los parámetros que ha establecido la sociedad.

La respuesta a nuestro propósito rara vez te la dará alguien más, esa pregunta únicamente la puedes responder tú después de un proceso de auto observación y reconocimiento. Saber cuál es esa meta es solo el principio de un camino que implica esfuerzo, dedicación, aprendizaje y disciplina, no será fácil. No obstante, será absolutamente gratificante saber el para qué de tu vida y trabajar por ello.

He venido al mundo con un propósito y este blog es solo una de las herramientas que pongo a disposición del mundo para cumplirlo, no es un proyecto que responde a la pregunta del colegio y las típicas de entrevistas de trabajo de cómo me veo en 5 años, es un lugar donde muestro mi papel en la vida, cómo me veo día a día y de qué manera quiero ayudarle al mundo.

Anímate a encontrarte con tu lugar y papel en el mundo si aún no lo has hecho.

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