Crecimiento personal

El dinero responde a ti

En la semana no saben a cuántas personas escucho decir “no tengo”, “no puedo porque no tengo plata”, “el dinero no llega a mi”… entre otras frases que lo único que hacen es alejar este bien de ti, porque tu angustia, tu preocupación; lo que están haciendo es alejar cada vez más el dinero.

Hoy te voy a descargar leyes poderosas para atraer la riqueza a ti, sin embargo no quiero que pienses que el hacerlas un día va a modificar lo que has trabajado por años, es un proceso de constancia y paciencia, si lo realizas desde el corazón en un tiempo comenzarás a ver los cambios porque el dinero es ilimitado, si podemos tener libertad financiera (no de la que hablan las redes de mercadeo, en esa personalmente no creo) sí creo en una libertad donde si lo quiero y trabajo por ello desde todos los frentes es mío, como dice Antonina Canal “tengo tiempo y dinero para todo”.

Lo primero como siempre es abrir nuestro corazón a nuestra esencia abundante y llena de riqueza, si no lo haces el dinero probablemente no responda a ti con esta información que te voy a descargar.

El dinero es un medio, no un fin. En un mundo capitalista donde todo se mueve alrededor del dinero es difícil entender está afirmación, pues nos acostumbramos a ver como se guarda el capital y las personas crean un apego a este. Acá radica el primer error, no te apegues, permite que el dinero fluya abundantemente en tu vida, el no hacerlo atrae los escases. Porque así no lo creas él responde a tus emociones, anula cualquier emoción negativa para que tu relación con él mejore.
Ahora no te estoy diciendo que no ahorres, claro que sí hazlo, pero recuerda que el dinero es el fin, no sufras por él. No te preocupes, no te angusties, esas son emociones negativas.

Aleja las deudas de ti. Tener deudas se convierte en una cadena viciosa, donde vas pagando a un lado para endeudarte en otro. O tienes varias deudas y te demoras un montón en pagarlas. Eso no atrae riqueza a tu vida, arma planes de acción para pagar. Comienza haciendo una lista de tus deudas, los intereses y las personas o entidades a las que les debes.  Habla con cada una de las personas y establece una cuota de pago, mensual. Continúa eligiendo una de tus deudas (puedes comenzar por la más grande) establece una cantidad mensual que vas a designar a cubrir esa deuda, pero por ser está la elegida darás un valor un poquito mayor al de las otras, si puedes cada mes irás aumentando un poquito más al valor que vas a abonar a esa deuda, con el fin de pagarla más rápido, sino recuerda que en esta pagaras un valor mayor al de las otras. No hay excusa, no te sabotees, estas buscando tu libertad financiera. Cuando termines ese pago, no significa que ese capital va a entrar directamente a tu dinero de gastos, sino que lo vas a pasar a una segunda deuda elegida, es decir ahora pagaras lo que le estabas dando a la otra deuda y la que acabas de elegir, este proceso lo seguirás hasta cubrir todas tus deudas. Pagarle a los demás te libera y también a ellos, así que intenta no tener deudas y pagarlas lo más pronto posible.

Después de esto puedes destinar todo ese dinero a ahorrarlo o invertirlo, o solo una cantidad de él y el resto pasarlo a gastos. Cuando ya has creado el hábito de manejar tu dinero de cierta forma te resulta más sencillo mantenerte en una cultura de distribución diferente.

 

El dinero es ilimitado. Desde pequeños nos dicen frases como “el dinero no llueve de los árboles” y sí, no llueve de los árboles. Pero es ilimitado, y tu corazón es aquel que se encarga de atraerlo. Entre más lo reclames de la forma correcta, más llegará a ti. Ahora como no es un fin, sino un medio. Cuando lo pidas aclara para qué lo quieres, obvio es valido darte gustos, salir de vacaciones, comprar carro, casa, etc. No pienses solo en ti, si no también en los demás,  pide más para dar más, no te estoy diciendo que ahora vayas y regales dinero, yo no apoyo el regalar dinero, pero si te estoy diciendo que puedes invitar una comida, que puedes comprar algo que te haga rendir mejor en tu trabajo y los resultados los vean tus compañeros, que puedes comprar elementos que necesites para trabajar con gente, posibilidades muchas, entre más real sea tu acto y salga de tu corazón, más dinero atraerás a ti.

 

El dinero responde a nosotros. Cuando nuestro corazón está muy limpio, el dinero se suele ver como un amplificador. Entonces llega a ti para que todo eso que tienes en lo más profundo de tu corazón salga a flote. Y como esto es un tema de emoción, hay que pensar, sentir y decir lo que queremos y cómo lo queremos. Aleja la palabra no y construye frases de poder que ayuden a que el dinero fluya.

 

No desistas, no es un proceso rápido, la libertad financiera requiere tiempo y esfuerzo. Muchas veces la ansiedad nos gana y dañamos todo nuestro trabajo. Es como si alguien estuviera llegando a tu casa y dos puertas antes de que timbre tú le escribes un mensaje diciendo “gracias, ya no quiero verte”, la persona estaba al lado, pero como ya no la quieres ver, se va. Así pasa con el dinero algunas veces llevamos tiempo trabajando y ya casi es el momento de ver resultados, pero nos afanamos y lo volvemos a dejar ir.

 

Agradece y valora, con la fe y entusiasmo que trabajaste para atraer el dinero, agradece tenerlo, recuerda la fuerza de la gratitud. Valora, no menosprecies lo que esta llegando a ti, porque hoy puede que sea una cantidad menor a lo que esperas, pero cuenta, así que nunca lo menosprecies, dale el valor que se merece.

 

No tengas envidia, cada persona es un mundo. Lo importante es cómo está tu mundo no el del otro, recuerda centrarte en ti, tener más para así poder servir mejor. No pienses en “es que él tiene y no hace nada…”, “por qué él tiene esa vida y yo…” cada persona tiene sus propias lecciones.

 

Y por último es super importante que reconozcas que mereces eso, te ames y entiendas que mereces que el dinero llegue a ti, que mereces unas vacaciones, que mereces no tener deudas, que mereces tener la libertad que quieres. La felicidad no viene en el dinero, te facilita cosas, pero no te hace feliz. Vive feliz con lo que eres, con lo que tienes, con lo que puedes y agradece, así abrirás más puertas.

Por favor no creas que esto que te estoy diciendo es para sentarse en la cama y mirar al techo, esperando ganarse la lotería. El trabajo cuenta, lo que tu hagas cuenta. Así que trabaja, en lo que te haga feliz, pero trabaja.

Namaste.

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