• Crecimiento personal

    Tiempo para mi primero, luego tiempo para el resto

    Vivimos corriendo, así crecimos, con afán. Como si el mundo se fuese a acabar porque no vamos rápido, nos acostumbramos tanto a esto que en la calle caminamos rápido y las personas que caminan lento nos incomodan. Lo más chistoso de este afán es que NO suele ser para dedicarnos a nosotros, sino para dar nuestro tiempo a los demás. Solemos ser personas que le damos prioridad a los demás y nos descuidamos. Es muy raro que uno persona se dé tiempo para sí misma porque siempre hay 8888 excusas: el trabajo, la familia, los niños, el aire, el sol, el día, la noche, mis amigos, no tengo tiempo, estoy…