Crecimiento personal

Eres mágico

Amo que las personas reconozcan su fuerza interior y que trabajen en ella.

Es extraño, pero solemos reconocer la grandeza de los otros y nos cuesta la propia, tenemos claros los dones y los talentos del otro, los de nosotros no tanto. Es parte del comportamiento con el que crecimos: en el que nos fijamos más en nuestro al rededor que en nuestro ser. Pero, como ya saben este blog busca que reconozcas tu esencia, te permitas ser. Dentro de eso está comenzar a reconocer lo que hay en nosotros y muchas veces desconocemos.

Sé que cuesta en las últimas semanas he escuchado la frase “eres grande” por lo menos cien veces, cada vez que me dicen esto me asusto, y eso que yo ya reconozco algunos de esos aspectos. No me quiero ni imaginar qué pasa por la mente de una persona que no tiene idea sobre lo que es y lo que tiene para aportarle al mundo.

En alguna nota pasada les hablamos sobre el propósito de vida y cómo Dios nos envía con una “cualidades” especiales para cumplir esto. Sin embargo, como cuando nacemos decidimos olvidar muchas cosas pues tenemos que darnos en la labor de redescubrir cuales fueron esos atributos especiales con los que nos enviaron para cumplir con el plan divino.

Cuando hablamos de reconocer cosas en nosotros lo primero que pensamos y es la salida más fácil, es preguntarle al otro qué ve en mí. Sin embargo, esta vez te pediré que este sea tu último plan. Después de que ya tengas idea de qué te hace especial, úsalo como método de confirmación. Te lo planteamos de este modo ya que esta es una labor de introspección que muchas veces nos ayuda a descubrir cosas de nosotros que no habíamos dejado salir a flote, y si no las habíamos dejado salir es casi imposible que ya te las reconozcan.

Antes de definir qué es un don y qué es un talento, te vamos a contar cómo descubrir esas cosas que todavía no catalogaremos, pero que estamos seguros te hacen especial.

Lo primero es que pienses en esas cosas que no le pasan a todo el mundo o con las que tu sientes una afinidad especial, una conexión. Anótalas. Puede que sea la conexión que creas con cierto instrumento musical, la forma en que te comunicas cuando alguien está mal, cuando escribes sobre algún tema en específico, etc. Es cómo tú te sientas con esa actividad específica, además lo que trasmites con ella. Estos dos puntos los desarrollaremos más adelante.

Piensa en las situaciones complicadas y cuales son las cualidades que han salido ha flote, inclusive con las que tú te has sorprendido.

Sal de tu zona de confort, cuando eso pasa comienzas a descubrir cosas tuyas que no sabías: reacciones, gustos, placeres, disgustos, sentimientos. Ese cambio te permite abrir espacio a reconocer esos dones y talentos.

Esta es mi favorita, claramente es la que más práctico. ORA, pídele a Dios que te deje ver, saber, entender tú papel, todos tus dones y talentos. Pero cuando lo hagas no pienses en tu ego y en el yo quiero para mí, que me reconozcan y demás cosas completamente egoicas. Pídelo desde el alma, desde reconocer lo que tienes para ayudar, para servir, para aportar al mundo. El Padre reconoce tu potencial, pues él te lo dio. Así que confía.

Sé que en este momento nos dirás, pero cómo voy a saber qué es cada uno si no nos han contado qué es un talento y qué es un don, no te lo conté antes porque es mejor primero tenerlo claro y luego atribuirle una categoría. Ahora que lo tienes claro, acá va…

Tanto los dones como los talentos son atributos con los que Dios nos envía para poder cumplir nuestro plan divino en este plano terrenal. De ti depende el usarlos o el olvidarlos, si decides usarlos cada vez estarán más desarrollados, si decides abandonarlos cada vez te costará más volver a ellos.

Los talentos suelen ser cualidades que tenemos para ciertas actividades, estos pueden ser por genética, aprendizaje, entrenamiento, etc.  Son habilidades naturales y completamente terrenales, que nos permiten destacarnos sobre los demás en cierto aspecto: idiomas, música, carros, deportes, maquillaje, pintura, etc. No ha límite, de nosotros depende identificar los nuestros, son personales, no es necesario que los compartamos con el mundo. Si lo decidimos hacer está perfecto, pero sí no también.

Los dones, por su parte, suelen ser para ayudar al otro, en estos suele intervenir el Espíritu Santo, por tanto, son de un plano superior, necesitan de un proceso espiritual, de decisión y de amor incondicional al mundo. Básicamente es a través tuyo que actúa un ser de luz, no eres tú, tú eres el medio, así que sí ¡eres un ser mágico! Los dones al ser sobrenaturales no se aprenden se desarrollan, se necesita de disciplina, constancia, entrega.

Y acá es cuando aclaramos el tema de la conexión, si tu conexión es intima y no cambias, transformas, aportas, construyes, sanas, etc.  A los demás con esa actividad significa que es un talento, no te desmerita en absolutamente nada, te hace increíble en lo que haces, así sea como hobby. Ahora, si esa actividad transforma en el otro, cambia de raíz, aporta, construye, sana, lidera, conecta a los otros de la misma forma o una más potente a la tuya es un don.
Aclaro que los dones son de Dios, es decir se dan en una persona que además de tener un camino espiritual, decide entregarse a él, confiar en él y que través de sus acciones lo demuestran. Lo aclaro porque muchas personas creen que los cantantes como llenan estadios y hacen que las personas vibren con su música tienen ese don, no necesariamente. Los dones tienen un propósito superior, a través tuyo pasan cosas realmente grandes.

 

Te invito a que hoy te sientes, te dediques a ti y comiences a reconocer eso que te hace único. Comienza a potenciar tus dones y tus talentos. Sé completamente honesto contigo no te quites ni te pongas, eso es del ego, acá buscamos que todo sea del alma. Es momento de que comencemos a despertar en consciencia a vivir y vibrar un amor.

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