Sexualidad

Orgasmo sí, eyacualación no

Creo que desde que comenzamos a tener una vida sexual deberíamos tener claro lo que hacemos, pero vivimos en un mundo donde el sexo se ha vuelto un tabú, un pecado, inclusive un acto tan normal como ir al baño. Y no, la sexualidad es mucho más, hoy esperamos contarles un poquito más de eso y desmitificarla, para que nos acerquemos a lo sagrado.

La sexualidad humana es la forma más “sencilla” de acercarse a la espiritualidad humana. Te preguntarás ¿por qué? Y entiendo completamente la pregunta, pues nos hemos acostumbrado a pensar en las relaciones sexuales como si solo fuera compartir nuestro cuerpo, pero no, estamos teniendo un acto de rendición frente al otro, estamos olvidándonos del resto y permitiendo que nuestra energía se convierta en una sola y suba.

Ahora eso es mientras tenemos la relación y obviamente si lo hacemos de forma consciente, pero si lo hacemos de forma inconsciente lo que hacemos es crear obstáculos, compartir lo que no debemos, y votar la energía. (leer artículo sobre sexo sanador)

En occidente el boom es conseguir que las personas lleguen a la eyaculación, según la mayoría esto es “la cereza del pastel”, lo que califica una relación como exitosa o no. Pero esto es solo una creación de una industria del espectáculo, eyacular como ya lo hablamos en una nota pasada, no debe ser el fin ultimo de la relación sexual.  En especial por lo que implica un orgasmo y una eyaculación.

Cuando solo estas pendiente de “ya me voy a venir”, no disfrutaste, no compartiste tu intimidad y solo saciaste un deseo completamente efímero. Tuviste un proceso físico, básico, animal. No sentiste, sino que permitiste que tus patrones visuales controlaran la situación. Es desde ahí de donde vienen muchas de las fantasías que se tienen: “déjame ver”, “miremos en un espejo”, “grabemos”, “con la luz prendida es mejor”, y todo tipo de comentario que apoye el necesito ver lo que está pasando, algo así como decidir ver porno pero en vivo y en directo, sintiéndote el dominante de la situación. Volviste tu relación un espectáculo y le robaste la esencia.

Imagen tomada de google

Estamos acostumbrados a creer que el orgasmo y la eyaculación son lo mismo, si los vemos diferente decimos que son momentos que están muy cerca y hoy te vamos a decir no es así y no tiene por qué ser así. La eyaculación es la perdida de energía pura y de ahí el que terminen cansados y con ganas de dormir, en vez de rejuvenecidos y con ganas de seguir.  El orgasmo es el punto más álgido de la relación, inclusive tenemos diferentes tipos de orgasmo.

Físico: lo primero que quiero aclarar es que con este no hablamos de eyacular, por que como ya lo mencionamos eso es diferente.  El orgasmo se convierte en un punto alto en el cual cada célula de tu cuerpo comienza a vibrar diferente y se recarga, un chip lleno de energía. La mayoría han olvidado que esto se puede sentir o inclusive no han permitido reconocerlo. Por estar pensando en la eyaculación. Paremos, hagamos un alto, disfrutemos. Es super importante tener presente que este tipo se puede dar en la individualidad.

Psicologíco: este necesariamente se da compartiendo con alguien, implica una conexión mental. No hay necesidad de amor, pero si de consciencia.

Espiritual: este es el top de los orgasmos y es permitir que los dos espíritus se conecten y se conviertan en una sola vibración, este claramente proviene del amor, de la búsqueda del crecimiento juntos. Y entonces ahí entendemos que el orgasmo es un portal a información, a sanación, a dimensiones. Es un rejuvenecedor, es energía pura, es el comienzo y el fin.

Esta experiencia cumbre es una muerte del ego, el nacimiento del cuerpo, el permiso para que el alma hable. Es un acceso elevado a lo sagrado, inclusive puede ser de lo más noble que pueden descubrir con tu pareja. (leer sobre el sexo consciente)

Cuando esto suceda dejaremos de lado el cansancio, el hombre podrá durar más ya que no quedará exhausto, controlar la eyaculación traerá muchos beneficios para la relación sexual porque no se perderá la energía, cada vez habrá más para ambos y el deseo se mantendrá. El arte será prolongar el rito y no acabarlo.

Tengamos sexo significativo, eso implica que no es genital, es del cuerpo entero. Integrar lo sexual y lo espiritual es entender la creación de vida. Retomemos las bellas practicas de las culturas antiguas. Permitámonos tener gozo corporal y gozo del alma. Entendamos que nuestra sexualidad es una opción para obtener felicidad y llevarse la energía limitante.

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