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Sin máscaras te ven como eres

A menudo solemos sentirnos y vernos de una forma un poco diferente a la que nos ven y nos sienten afuera, nuestro efecto espejo funciona un poco distorsionado. De nosotros depende qué tanta sea la distorsión y qué tanto nos acerquemos a “como es adentro es afuera”. Lograr que nuestras dos realidades sean un reflejo no es un proceso de un día, es de trabajo, disciplina, compromiso; porque sin que lo sepamos hay varios factores que influyen en esas dos imágenes.

Como ya lo hemos dicho en muchas notas, los seres humanos desde que nacemos nos ponemos muchas máscaras para ocultar lo que realmente somos y ahí comienzan las diferencias, puede que en la intimidad decidamos ser y en público aparentar ser.

Esta situación suele darse para generar una imagen más fuerte o más débil. Es decir, las personas que tienen máscaras de ser intocables y pueden llegar a dar miedo, o las personas que se ponen máscaras para victimizarse y llamar la atención desde ahí, inclusive puede que dependiendo del contexto usen una máscara diferente; hay máscaras de todo, tanto positivas como negativas, la gracia sería no usarlas y permitirnos crecer desde la vulnerabilidad entendiendo que esta no implica que nos hagan daño.

La palabra máscara lo dice todo, es algo que nos ponemos encima para ocultar total o parcialmente algo. Estas máscaras suelen nacer en nuestras inseguridades y son la forma de buscar equilibrarlas, sin embargo, rara vez funcionan de la forma en la que esperamos.

La máscara más fuerte es la del ego, en la que nuestra necesidad de control y poder modifica nuestra verdadera esencia de amor y luz.

Foto tomada de google

Por otro lado, es importante recordar que las personas de nuestro alrededor son nuestro espejo, entonces, si yo tengo falta de amor propio probablemente en la otra persona vea reflejado eso, pero si otra persona tiene miedo a la soledad puede que lo vea representado en la misma persona. En otras palabras, nuestros reflejos van haciendo una construcción del otro. El ejemplo que dimos es en negativo porque solemos fijarnos más en las cosas negativas que en las positivas, pero también funciona con las cosas positivas.

Estas son las cosas en las que podríamos trabajar completamente todo el tiempo, porque si comenzamos a quitarnos máscaras nuestra imagen va cambiando y lo que atraemos y vemos de los demás también.

Pero obvio esto no es el único que influye, vamos a contarles otras cosas que estamos casi seguros de que rara vez tenemos en cuenta en las que hay que trabajar mucho más porque son patrones con los que venimos, son máscaras con las que convivimos desde que llegamos a la tierra.

Comencemos con la parte astrológica

La alineación de los planetas y en especial lo ubicación del sol en nuestra carta natal hace que nos mostremos de cierta forma, este cuerpo celeste es la mejor forma de entender cómo intentamos mostrarnos y destacar frente a los demás, de ahí que leamos las características de nuestro signo y digamos “sí así soy yo”, ya que el sol es esa luz de cómo te muestras. Sin embargo, nuestra esencia puede ser diferente (recordemos que nuestra esencia suele estar más marcada por el ascendente). Es decir, intentas mostrarte de una forma, pero en el fondo no eres eso. Astrológicamente podríamos decir que el sol es nuestra primera capa y lo que somos en realidad y queremos llegar a ser es el ascendente.
La gracia sería llegar a un equilibrio entre ambas, porque el cómo te proyectas también es parte de ti y de tu construcción en esta vida.

La numerología

Las personas rara vez tienen en cuenta la incidencia que tienen nuestros nombres, apellidos y datos de nacimiento en el cómo somos y cómo nos mostramos.
La suma de nuestras consonantes muestra cómo nos proyectamos, así que podemos tener los mismos aspectos astrológicos pero nuestros nombres crean la diferencia. Esta suma no muestra cómo es la persona, ni cómo actúa, solo muestra cómo lo ven los demás. De acuerdo a cada número su imagen proyectará aspectos diferentes.

Hoy a las 5 primeras personas que me escriban por alguna de las redes de vivo en amor les regalaré un miniestudio numerológico que les muestre su personalidad y cómo los ven.

Cuidados de la divinidad

Cuando entregas tu vida a Dios, tu imagen comienza a cambiar. Yo no estoy hablando de fanatismos, así que OJO. Las personas estamos acostumbradas a juzgar así que desde ahí comenzamos a sacar juicios de valor: cómo es el otro y cómo lo veo. Curiosamente la mayoría de los comentarios son fuertes, pero los angelitos que te ponen son tan lindos que comienzan a darte una luz especial. De ahí que las personas comiencen a decir “que das tranquilidad”, “das luz”, “algo pasa y no sé qué”. Nuestra imagen comienza a ser diferente porque la luz que ponen sobre ti tiene la capacidad de proyectar cosas propias de la divinidad.

Teniendo claro esto queremos que te sientes y pienses cómo te estas proyectando y si eso es lo que realmente quieres para ti y te hace sentir tranquilo. Se muy honesto, sé que no es fácil yo hice el ejercicio hace unos años, el cambio se ve reflejado, pero tuve que ser muy honesta conmigo, yo no tenía máscaras fáciles y cambiar de ser una niña antipática para dar amor no fue de un día, pero el enfrentarme sinceramente y estar dispuesta a mejorar para tener mi mejor versión hizo que hoy mi afuera y mi adentro sean muy parecidos.

Este ejercicio lo puedes hacer solo y después confrontarlo con las personas de tu alrededor. Muchas veces creemos que mostramos algo que no es así. Para este ejercicio es importante que abras tu corazón, apagues tu mente y trabajes sin ego. Nadie te está atacando solo te estas auto descubriendo.

Si quieres comenzar un proceso de cambiar y sanar patrones en los que te muestras diferente a como eres te recomendamos uses cuarzos que te permitan trasmutar y sanar cosas de adentro. Como la malaquita, la amatista , la calcita. La energía de estos elementales te ayudará aun sin que te des cuenta.

 

 

Que tengas un lindo día
Namaste.

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